martes, 11 de octubre de 2011

Tele Cinco: Sexo, mentiras y cintas de vídeo

Yo tenía una amiga con la que mantenía un buena relación, no siempre me gustaba lo que me proponía, pero tampoco tenía muchas opciones, se llamaba la Primera y era para la mayoría de los españoles como para mí la más interesante propuesta , no porque destacase más que las demás sino porque no había otra. 


Nos desvivíamos en saber quién ganaría un  “Millón para el mejor “o en saber que se llevarían los concursantes del “Un, dos, tres” cada semana. Nos presentaba amigos entrañables como Rodríguez de la Fuente o grandes héroes patrios como “Curro Giménez” :)  o tan exóticos como “Kung fu” o “Sandokan” .




Me impresiono con series como “La Cabina”,  o me mareo, con las moderneces del rey del zoom: Valerio Lazarov. Dentro de su historia gris y anodina, era la mejor porque no tenía rival. 


La llegue a aceptar con sus defectos y virtudes, la quería a pesar que de que me llevase a ver series insufribles y lacrimógenas como la “la Casa de la Pradera” y todos los fines de años me torturase con las mismas actuaciones y con chistes repetidos sin ninguna gracia.




Tenía una amiga (la fea) que se llamaba “UHF” hasta el nombre era feo así que acabamos llamándole “La Dos” porque siempre sería la segunda opción, aunque a mí me encantaba, era mucho más inteligente e interesante, sus gustos coincidían con los míos, desgraciadamente mucha gente no tuvo la oportunidad de conocerla ya que no era visible en gran parte de España y además sus contenidos sólo gustaban a una minoría. 


A finales de los ochenta y principios de los noventa aparecieron dos nuevas amigas que se unieron al grupo y rápidamente se hicieron notar, Antena 3 y Tele 5, llegaron totalmente descocadas, en especial está última que de la mano de Silvio Berlusconi y con un maravilloso plantel de mujeres con camisetas mojadas en la que se leía “Tu pantalla amiga”,  nos trajo a las “Mama chico” , las “Cacao maravillao” y como no el programa estrella de la madrugada “Ay, qué calor’, sin olvidar la faceta cultural con las reflexiones de Jesús Gil desde su bañera en el inefable “Las noches de tal y tal”.




Me distancié de T5 durante años, hasta que un problema con el menisco me tuvo postrado en casa, sentado e inactivo durante casi un mes, desde el sillón empecé a hacer zapping y me encontré con Fresita en Gran hermano. La “flower power” me dejo descolocado, no podía creerme lo que estaba viendo, su comportamiento infantil y egocéntrico rozaban el surrealismo, me engancho totalmente al programa. 




Aluciné con la absurda actitud de sus compañeros que muy a su pesar acrecentaban su protagonismo, haciéndola ganadora del concurso a pasos agigantados. El resultado no creo que sorprendiese a nadie pero consiguió que no pudiese dejar de ver el reality hasta el final. 


Ese fue el punto de partida para que año tras año siguiese viendo el concurso, estaba completamente enamorado del formato y durante todo este tiempo me ha dado momentos maravillosos, pero últimamente me ha llegado a decepcionar, se ha prostituido y me siento terriblemente humillado, le he sido fiel y me ha engañado.


Si estoy decepcionado con Gran Hermano que os voy a contar del resto de programas, son indecentes hasta la medula, un espectáculo vergonzoso que apesta. 


Los concursos están amañados (sólo vemos en los resúmenes lo que ellos quieren) y los comentaristas de los programas satélites se dedican a seguir las directrices de los directivos de la cadena, vilipendiando o alabando a los concursantes según les conviene. 


Sálvame o Enemigos Intimos son vomitivos, se dedican a dedican a desprestigiar, humillar o echar mierda a todo el mundo y cuando se quedan sin victimas lo hacen entre ellos mismos “El circo debe continuar”




Un país en que personajes como el de Aida tienen cabida en “prime time”, aunque sea en el papel de mala, tiene un problema. Si los comentaristas de un canal son Aida Nizar, Kiko Hernández o Marta López, mal vamos…… y si la “Reina del pueblo” es Belén Esteban yo me hago republicano.


¿Cómo pueden tener tanta audiencia?


¿Qué placer puede haber en destripar las miserias ajenas?


¿Hasta dónde es capaz de llegar esta sociedad para satisfacer sus frustraciones?


Como comente hace unos días «Panem et circenses» («Pan y circo»)  y cuando el trabajo escasea el circo aumenta, llegando a extremos impúdicos. 


T5 resistirá durante la crisis, viviendo de la carroña, pero ha entrado en una pendiente resbalosa que no tiene vuelta atrás y acabará ahogándose en su propia mierda.


El día que cambié su formato puede que podamos reconciliarnos, lo veo difícil porque del amor al odio sólo hay un paso y en mi caso ya lo he dado.


Qué triste que a estas alturas un canal de televisión me haga añorar la tele en  blanco y negro :)


 Ojala algún día la humanidad haga gala de su nombre, es un sueño, lo sé, pero al menos soñar no hace daño a nadie. 
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