Hoy no es el día del cáncer, ni el día de la mujer, ni nada reconocido mundialmente, pero seguramente habrá alguna persona en alguna parte para la que éste día jamás será olvidado porque haya acabado por fin con la quimio, o la radio y sólo tenga que pasar las revisiones.
Hoy mis palabras van dedicadas a todas esas personas que han tenido que pasar por esa dura enfermedad, que han tenido que luchar sin descanso, todo para sobrevivir.
Hace unos años a mi tía le diagnosticaron cáncer de mama, y cuando ya creía que la pesadilla se había acabado le encontraron metástasis en el cuerpo, pero a pesar de las duras sesiones de quimio, de las bajadas de defensas, de que el miedo a la muerte acechaba siempre su cabeza, ella siempre te recibía con una sonrisa.
Eso es lo que yo más admiro de personas tan fuertes como ella la fuerza y la entereza con la que se aferran y luchan por la vida.
Y es por esto por lo que hoy escribo ésta entrada, para dirigirme a todas ésas personas que en algún momento se han tenido o se están enfrentando al cáncer, para decirles que aunque no es fácil, aunque tengan miedo, a pesar del dolor, del sufrimiento y de la desesperación, que hagan como mi tía y se dibujen una sonrisa en la cara, pues con una sonrisa es todo más fácil de llevar y ayuda a ver un resquicio de esperanza, una pequeña luz al final del túnel.
Hoy es el día de todas aquellas luchadoras que han tomado la decisión de tomar al toro por los cuernos y se han dibujado en el rostro una sonrisa sincera.
FDO. EBE