Esta es la historia de cómo Cayo Yago César Augusto venció a la pareja formada por Marco Marcelo y la Reina del Nilo Cleolaura
I - Cesar Yago castigado al ostracismo
Cesar Yago fue nominado por un grupo de senadores, liderados por Jhota Bruto y Casio Teresa. Jhota Bruto rechazó la sugerencia de Teresa Casio para acabar también con la estancia de Marco Marcelo en Guadalix, alegando que su objetivo había sido librarse del César, mientras que nominar a un miembro del grupo significaría un varapalo para la causa republicana de los alegres. Fue un craso error que acabarían pagando muy caro.
La desaparición de César Yago había dejado un gran vacío en la vida nominatoría de Guadalix y aprovechando el consiguiente alboroto que despertó su expulsión, Marco Marcelo empezó a temer por su cabeza, así que se desvinculo del grupo republicano, pues deseaba acabar con esos ruidosos senadores que habían sido sus amigos hasta hacía poco, ambicionaba el poder que había quedado vacante pero sabía que no le iba a ser fácil sin contar con el apoyo de alguien con más carisma que él. Así que movió ficha y espero.
Mientras tanto Cesar Yago emprendió una de sus más famosas campañas para recuperar el cariño del pueblo y así poder volver victorioso nuevamente a Guadalix.
II - Alea jacta est
Aunque muchos ya daban por muerto a Cesar Yago, este volvió de su destierro con nuevos bríos, dispuesto a recuperar el poder que le había sido arrebatado, esta vez iba a ser más cauteloso y conocía mejor las debilidades de sus adversarios.
La entrada triunfal de Cesar Yago coincidió con la expulsión de Jhota Bruto, fue un presagio que a nadie dejo indiferente, el pueblo había castigado los compartimientos caprichosos y egocéntricos de este senador con ínfulas de dictador que se decía defensor de la república.
Cesar Yago sintió la perdida de Jhota Bruto porque a pesar que sabía que era unos de los cabecillas del complot contra su persona, lo apreciaba como a un hijo. A Cesar Yago le hubiese gustado adoptarlo y tenerlo a su lado, que formase parte de su coalición, pero Jhota Bruto era muy recalcitrante y a pesar de sentir admiración por él, le criticaba sus ansias de poder y nunca se llevaron demasiado bien. En realidad Jhota Bruto sentía una oculta envidia por Cesar Yago al que intentaba emular sin mucho éxito. Pero eso es otra historia….
La villa de Guadalix sucumbió al instante ante el encanto de aquel apuesto Cesar Yago que había tenido la osadía de cruzar por segunda vez el Rubicón sin autorización del senado pero con el beneplácito del pueblo. Este ya no era el Cesar Yago que conocíamos, se había convertido en otra persona y fue tal la acogida que recibió que el Senado le concedió usar el cognomen de «Augusto», y por consiguiente se convirtió en Cayo Yago César Augusto. Y a las senadoras se les cayeron las bragas…….
En breve los siguientes capítulos:
III El triunvirato (Yago Augusto, Marco Marcelo, Ruben Lépido)
IV Marco Marcelo y la Reina del Nilo (CleoLaura)